Todos sabemos que el frío es un enemigo formidable para nuestros cuerpos, pero ¿qué pasa con nuestro móvil? Durante los meses invernales, las bajas temperaturas y la humedad pueden afectar activamente el funcionamiento correcto de nuestros dispositivos móviles. Esto no es algo que debamos tomar a la ligera, ya que los componentes más sensibles de los teléfonos pueden sufrir daños, algunos de ellos incluso irreparables. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para cuidar tu móvil este invierno.
¿Te has preguntado por qué tu móvil se apaga de repente cuando hace mucho frío? ¿O por qué parece que la batería no dura tanto como de costumbre? Además de estos problemas, la pantalla también puede dejar de reaccionar. A continuación, te explicamos cómo afecta el frío a los diferentes componentes de tu móvil y qué puedes hacer para protegerlo.
¿Cómo afecta el frío al móvil?
El frío extremo afecta principalmente a la batería y la pantalla de los móviles. Cuando la temperatura baja considerablemente, las reacciones químicas que generan energía en las baterías de iones de litio se vuelven más lentas. Esto provoca que el móvil no funcione a pleno rendimiento, afectando su rendimiento general, como ocurre cuando usas un coche en climas fríos.
La batería es el componente más afectado, ya que el frío ralentiza el movimiento de los iones, lo que puede causar descargas rápidas, fallos de carga o incluso que el teléfono se apague repentinamente. Los fabricantes, como Apple o Samsung, especifican que sus dispositivos no deberían utilizarse cuando la temperatura cae por debajo de los 0ºC.
Una batería que funcione mal no solo te dejará sin móvil durante un buen rato, sino que también podría reducir su vida útil a largo plazo si se carga cuando está demasiado fría. Por ello, se recomienda mantener los dispositivos dentro de un rango de temperatura apropiado, entre los 15ºC y 25ºC.
¿Y qué pasa con la pantalla?
Otro de los elementos que sufre con el frío es la pantalla del móvil. Los paneles táctiles están formados por cristales líquidos, que bajo temperaturas bajas pueden llegar a alterarse y dificultar el uso adecuado del táctil. Las pantallas LCD son especialmente sensibles al frío y podrían dejar de responder correctamente. Además, si tus dedos están muy fríos, la pantalla puede no registrar bien los gestos, como seguramente ya habrás notado en alguna ocasión.
El cambio brusco de temperatura tampoco es positivo. Si estás dentro de un lugar cálido y sales rápidamente al frío exterior, podría generarse un choque térmico que en casos extremos provocaría daños permanentes en la pantalla. En modelos muy específicos, como los primeros teléfonos plegables de Samsung, este problema era más evidente, aunque con las últimas versiones de estos dispositivos ya no debería haber problemas.
La humedad: otro enemigo del móvil en invierno
No solo el frío es perjudicial para tu móvil, también la humedad. Si vives en una zona con alta presencia de niebla o lluvia constante, querrás proteger al móvil de la condensación. La humedad puede infiltrarse en los componentes internos del smartphone, causando cortocircuitos o dañando placas internas, lo que podría derivar en una avería grave.
También es importante destacar que la humedad constante afecta a las redes de telefonía móvil. Las lluvias intensas, incluso, pueden dificultar la recepción de la señal, ya sea por interferencias o porque las gotas de agua entorpecen las ondas electromagnéticas.
Consejos para proteger tu móvil del frío
Afortunadamente, existen una serie de medidas sencillas que puedes tomar para que el frío no destroce tu teléfono móvil este invierno. Estos consejos te ayudarán a minimizar los efectos de las bajas temperaturas en tus dispositivos electrónicos:
- Evita usar el móvil en la intemperie. Si no es necesario, mantén el móvil en el bolsillo o en un bolso, donde se conserve algo más caliente y protegido del frío directo.
- Usa fundas específicas. Hay fundas térmicas o de neopreno que ofrecen una mejor protección frente a las bajas temperaturas y la humedad.
- No cargues el móvil cuando hace mucho frío. Si el teléfono está congelado o has estado a temperaturas inferiores a los 0ºC, espera a que se caliente un poco antes de enchufarlo. Cargarlo en estas condiciones podría dañar seriamente la batería.
- Calienta el móvil antes de encenderlo. Si el teléfono se ha apagado por el frío, intenta calentarlo primero sosteniéndolo entre tus manos.
Además, si utilizas el móvil en el exterior para actividades como esquiar o senderismo, es recomendable llevarlo en lugares cercanos al cuerpo para que se mantenga a una temperatura más estable.