La seguridad y la privacidad son dos de los asuntos que más preocupan a muchos usuarios de móviles (y consumidores de tecnología en general) en todo el mundo. Y lo cierto es que, echando un vistazo a la actualidad del sector, no es para menos. Aunque en ocasiones el común de los mortales se pregunte qué interés puede tener su información para otros, la realidad es que hoy en día la información es tan útil como el dinero. Sirve para muchísimas cosas, empezando por el hecho de hacer negocio con ella. Por lo tanto, es natural que mucha gente se haga la misma pregunta: cómo saber si tengo el móvil pinchado.
En este artículo vamos a darte las claves para que puedas salir de dudas, en caso de tenerlas (que si estás leyéndonos en este momento, imaginamos que sí).
Cómo saber si tengo el móvil pinchado: comportamiento del teléfono
La tecnología avanza a marchas forzadas. En la mayoría de los casos, esto es una bendición para los usuarios, ya que así son capaces de mejorar sus comunicaciones y de hacer más fácil el día a día con todo tipo de comodidades. Pero como casi todo en la vida, esto también tiene un lado oscuro. Los hackeos de teléfonos Android no solo están a la orden del día, sino que también evoluciona la forma en la que un móvil puede estar intervenido. Con todo, existen algunos indicios que pueden dar pistas incluso al más despistado de que algo no va bien.
Para empezar, una evidencia de que un teléfono puede estar pinchado radica en el propio comportamiento del dispositivo. Alguna forma de funcionar extraña no tiene por qué significar nada en sí misma, pero varias sí. Hay muchas razones por las que un móvil, por ejemplo, puede reiniciarse solo, o incluso abrir aplicaciones por sí mismo. Algo que no es sinónimo de que el aparato esté pinchado, pero que bien puede significarlo en muchos casos. Conviene estar alerta si sucede.
Otra pista de que un móvil puede estar intervenido, tal y como advierten los expertos, pasa por que este se caliente más de la cuenta. Incluso sin estar cargándose, haber usado su linterna, etcétera. Calentarse así por las buenas, para entendernos.
Otras formas de descubrir que algo va mal
La autonomía de un móvil también puede servir en muchos casos para saber si este se encuentra pinchado. Cualquier usuario sabe que la duración de la batería depende de muchas cosas, especialmente del modelo en cuestión que se tenga y del uso que se le dé al mismo. Es decir, que si uno se pasa el día usando aplicaciones, tiene el brillo de la pantalla muy alto, o está conectado a distintas redes, la autonomía dura menos. Pero si está hackeado, un teléfono puede ver cómo se consume mucho más rápido su carga sin necesidad de que se den estos supuestos.
Algo similar sucede con la velocidad del teléfono. Si a la hora de abrir una aplicación el teléfono tarda más de lo normal, sumado a alguno de los otros comportamientos extraños que hemos indicado, puede justificar la sospecha. Y sobre todo si a la hora de encenderse o apagarse, uno se da cuenta de que el sistema se comporta de forma mucho más lenta de lo normal. De lo que venía haciéndolo antes, sobre todo en modelos que no sean viejos o de segunda mano.
Cómo saber si tengo el móvil pinchado: las llamadas
Al contrario de lo que algunos piensan, las propias llamadas de teléfono también sirven para encontrar pesquisas de que un móvil Android está intervenido. Es cierto que existen muchísimos motivos por los que una conversación puede no sonar bien, empezando por la propia cobertura, pero si esto se repite, se escucha muy lejos a la persona con la que se está hablando, o se producen ruidos extraños de manera continuada, hay que tener cuidado.
Una forma sencilla de comprobar esto último, consiste en usar el código *#62#. Es decir, llamar al mismo para saber si las llamadas están siendo intervenidas. O, más fácil aún, ir a ajustes del teléfono y fijarse en la opción de desvíos de llamadas. De darse el caso, ahí estará notificado.
Y hablando de notificaciones, cuando un teléfono está intervenido, es muy común que estas se desactiven así por las buenas. Por no hablar de otro asunto importante: las propias aplicaciones. Una de las evidencias más claras de que un móvil está pinchado o hackeado se da cuando aparecen aplicaciones que no hemos descargado. Un poco como los ordenadores y los virus. Para evitarlo, es recomendable no descargar apps de sitios extraños, recurriendo siempre a la Play Store y no a terceros de dudosa reputación u origen.
Qué hacer si se tiene el móvil pinchado: soluciones
No hace falta ser una persona importante o con información de interés para tener pinchado el teléfono. Por desgracia, es algo más común de lo que mucha gente se piensa. Así que, si se tiene la sospecha (o la certeza, por qué no) de que se tiene el móvil pinchado, es mejor actual. Existen soluciones para deshacerlo de una manera o de otra. La primera, y quizá la más sencilla, formatear el propio teléfono.
Para ello simplemente hace falta ir a los ajustes del teléfono y borrar todos los datos, pasando a configurar desde cero el aparato, para que así se hayan borrado los agentes que lo han intervenido. Primero, eso sí, conviene hacer una copia de seguridad de aquello que realmente sea importante (muchas veces termina por no ser tanto como uno piensa).
Otra solución, aunque algo más incómoda, puede ser cambiar de número. Es verdad que resulta molesto, pero así uno evita que sus conversaciones sean espiadas con mayor seguridad. Puede llevar un tiempo informar a los contactos y demás del cambio de número, pero si al final no queda más remedio, tampoco está de más planteárselo. A veces, además, puede servir igualmente como una especia de “reinicio” social, haciendo una criba de contactos que vamos arrastrando en el tiempo sin motivo.