Si usas Bizum para saldar cuentas con amigos, compras entre particulares o pagar en comercios, te interesa ir un paso por delante de los timos más habituales. Aunque el servicio es robusto y está amparado por la banca, la mayoría de fraudes explotan despistes y la prisa del usuario, no fallos técnicos. Aquí vas a encontrar señales de alerta, ejemplos reales, medidas de protección y qué hacer si ya te han colado una estafa.
Antes de nada, conviene dejar claro lo esencial: cuando esperas recibir dinero no tienes que introducir credenciales ni aceptar solicitudes. Si algo no encaja (te piden datos, llega una “solicitud” en lugar de un ingreso o te urgen a actuar), sospecha. Con un poco de sentido común y los consejos adecuados, evitarás disgustos y blindarás tus finanzas.
Bizum es seguro: dónde está realmente el riesgo
Bizum nació cumpliendo la normativa europea y española de pagos y hoy sigue el estándar PSD2, lo que implica Autenticación Reforzada de Cliente (SCA) y doble factor siempre que corresponde. La validación del usuario la realiza tu banco, con sus propios procedimientos: app oficial, SMS, biometría, PIN, etc.
¿Entonces por qué hay estafas? Porque, en la práctica, los delincuentes “empujan” a la víctima a cometer el error: facilitar datos por teléfono, pulsar enlaces falsos o aprobar una solicitud de cobro creyendo que es un pago entrante. No es un hackeo sofisticado del sistema, es ingeniería social.
Cuándo desconfiar en una gestión con Bizum
Si te van a enviar dinero, recuerda que no tienes que meter tus credenciales. En caso de no tener Bizum activado, el alta siempre se hace dentro de la app de tu banco, en un entorno seguro.
Si recibes una “solicitud” de envío, tómate unos segundos para leerla: puedes rechazarla desde la app bancaria y confirmar con la otra persona que realmente te la ha mandado y con qué motivo.
Cuando algo no te cuadra (un cargo que no reconoces, un aviso raro o un movimiento desconocido), abre la app de tu banco y revisa el detalle de la operación. Si confirmas que es indebida, llama de inmediato al servicio de atención de tu entidad para que te guíen y te indiquen cómo reclamar.
Estafas más frecuentes con Bizum (y cómo se ejecutan)
“Bizum inverso” en compraventa
Muy típica en plataformas como Wallapop o Vinted. El estafador dice que te paga por Bizum, pero en realidad te envía una solicitud de cobro. Tú crees que aceptas un ingreso y, sin darte cuenta, le mandas dinero. La vacuna: leer con calma la notificación y comprobar si es “pago recibido” o “solicitud”.
Productos que no existen
Otro clásico: un anuncio atractivo a precio goloso que exige pago por adelantado por Bizum. Tras el envío, el vendedor desaparece. Para cortarlo de raíz, usa métodos de pago con protección, desconfía de chollos imposibles y verifica la reputación del vendedor.
Falsos premios y sorteos
Te llega un SMS o mail indicando que “has ganado”. El enlace apunta a una web que pide datos o exige un pago para liberar el premio. La clave está en detectar la prisa artificial y el contexto: si no participaste en ningún sorteo, huele mal. La entidad legítima no te apremia ni te pide dinero para cobrar.
Suplantación de instituciones (TGSS, Hacienda, Correos…)
Han proliferado llamadas y mensajes que dicen proceder de la Seguridad Social u otros organismos, anunciando una devolución. El remate es una notificación que en realidad es una petición de cobro por Bizum. Si aceptas, el cargo se ejecuta al momento. Los organismos oficiales no harán reintegros vía Bizum ni te pedirán datos sensibles por SMS o teléfono.
Timos por mensajería y redes sociales
Se hacen pasar por un conocido y cuentan que te enviaron dinero por error; te piden “devolverlo” con un Bizum. Muchas veces hay además suplantación de identidad en la cuenta del contacto. Verifica por otra vía (llamada) antes de mover un euro.
Estafas laborales y cursos falsos
Prometen gestiones o trámites exprés, o formación con puesto asegurado, y piden “tasas” por Bizum. Cuando pagas, no hay servicio real detrás. Exige siempre información verificable y políticas de reembolso claras.
Vishing: el fraude telefónico que mezcla voz e Internet
- Ganchos típicos: aviso de devolución por maternidad/hijos a cargo, actividad sospechosa, premio fiscal.
- Mecanismo: suplantan a tu banco o a la Seguridad Social; llegado el momento te envían una solicitud de Bizum camuflada.
- Defensa: no sigas el enlace ni llames al número del SMS; entra por los canales oficiales de tu entidad o del organismo.
La Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) y los grupos de delitos telemáticos han alertado de esta modalidad. La pauta general es clara: nunca compartas credenciales ni códigos por teléfono, aunque te apremien.
Compras online con cabeza: cómo evitar fraudes
Compra solo en sitios confiables y con conexión segura: busca “https” y candado en la barra del navegador. Ojo con tiendas recién creadas sin reseñas verificables.
Si la oferta parece de otro planeta, probablemente lo sea. Evita enlaces desde redes sociales que te lleven a clones de webs conocidas; mejor teclea la dirección o usa marcadores.
Lee bien la descripción del producto y el nombre del vendedor, y cuando sea posible, revisa opiniones y políticas de devolución. En compraventa entre particulares, reduce exposición: pago contra entrega o plataformas con escrow.
Medidas de seguridad: ajustes y buenas prácticas
Configura límites y conócelos. En Bizum, de forma generalizada, el mínimo por operación es 0,50 € y el máximo suele ser 1.000 €. Muchos bancos establecen límites agregados, por ejemplo, 2.000 € al día y 5.000 € al mes para envíos, y un máximo de 60 operaciones recibidas al mes. Pueden variar según entidad.
Activa y respeta la autenticación de dos factores. La PSD2 exige doble verificación (SCA) y tu banco implementa esos controles. Aprovéchalos: bloqueo automático del móvil, huella, reconocimiento facial o PIN robusto.
Fortalece tus contraseñas y no las reutilices. Un gestor de contraseñas te ayuda a crear claves únicas y complejas para banca, correo y redes. Nadie (ni el banco) debe pedirte tu contraseña completa.
Protege tus datos: no compartas información personal o financiera por llamadas, SMS o correos ni sigas enlaces no verificados. Mantén el móvil actualizado y con protección antimalware.
Antes de confirmar cualquier operación, lee detenidamente el SMS/aviso. Si es una solicitud de envío, debe cuadrarte el importe, el concepto y el motivo.
Cómo identificar un intento de estafa en caliente
Verifica al remitente. Si te llega un Bizum de un desconocido, comprueba el número; si no reconoces a la persona, no hagas ninguna devolución sin confirmar por un canal alternativo.
Lee con calma los mensajes “urgentes”. Ni tu banco ni Bizum te pedirán número de cuenta, claves, SMS de un solo uso o tarjeta por teléfono o mensajería. Desconfía de la urgencia y los chantajes emocionales.
Comprueba los datos de la operación: quién envía o solicita, importe exacto y concepto. Revisa el historial en la app bancaria para confirmar.
Desconfía de peticiones inusuales: pagos por adelantado, supuestas devoluciones exprés, vendedores demasiado insistentes o cambios a última hora de método de pago. Si huele raro, párate y contrasta.
Errores comunes que puedes evitar en segundos
Guardar el número del destinatario en la agenda evita confusiones. El “copiar y pegar” de un teléfono desconocido es caldo de cultivo para equivocaciones. Mejor asigna nombre y evita dígitos cambiados.
Incluye un concepto claro en tus Bizum (tienes hasta 35 caracteres). Así, cuando revises movimientos, identificarás de un vistazo para qué fue el pago y detectarás anomalías.
Tras pagar o recibir dinero, abre tu banca y verifica que el movimiento está como debe. Una revisión de 10 segundos te ahorra quebraderos de cabeza si algo no se ha cursado correctamente.
Qué hacer si has sido víctima de una estafa
Actúa con rapidez. Lo primero es contactar con tu banco, explicar el caso y pedir medidas de protección (bloqueos, alertas, revisión de accesos). Pregunta si disponen de protocolos o coberturas para fraudes.
Reporta el incidente a Bizum a través de tu entidad. Aunque el pago no es reversible desde la plataforma, los movimientos quedan registrados y esa trazabilidad ayuda a investigar.
Denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) y, si has expuesto datos personales, notifícalo a la Agencia Española de Protección de Datos. Aporta todo lo que tengas: número de teléfono del estafador, acento, supuesta ubicación o cualquier otro detalle.
Recopila pruebas: conserva chats completos, capturas de pantalla, correos, SMS y justificantes. No borres conversaciones; pueden cotejarse en sede judicial.
Peritaje e informe pericial: cuándo te interesa
En procesos complejos o cuando quieres maximizar opciones de recuperación, un Perito Informático puede rastrear huellas digitales, acreditar la técnica usada (phishing, vishing, suplantación) y consolidar evidencias técnicas.
Un Perito Economista aporta análisis de flujos y valoración del perjuicio económico, útil en fraudes bancarios y estafas organizadas. Ambos profesionales pueden emitir un Informe Pericial con validez legal para acompañar la denuncia y el procedimiento.
Preguntas frecuentes
¿Se puede cancelar un Bizum después de enviarlo?
No. Bizum opera en tiempo real y, una vez autorizado, no es cancelable desde la app. Si ha sido fraude, actúa rápido con tu banco y denuncia.
He mandado dinero por error, ¿cómo lo recupero?
No existe un botón de “anular”. Intenta contactar con el receptor y solicitar la devolución. Tu banco puede mediar, pero depende de la voluntad del destinatario y/o del cauce legal.
Me han cobrado con engaño, ¿qué pasos sigo?
Comunícalo a tu entidad y expón que es una operación fraudulenta. Según el caso y el medio, puedes impugnar cargos de tarjeta o abrir reclamación. Paralelamente, denuncia ante la policía.
He recibido un Bizum de un desconocido
No lo muevas ni lo gastes. Podría ser un error o formar parte de un esquema. Contacta con tu banco y espera instrucciones. Reenviar dinero sin verificar puede meterte en un problema legal.
¿Cuáles son los límites de Bizum?
De forma general, mínimo 0,50 € y máximo 1.000 € por operación, límites diarios y mensuales para envíos (p. ej., 2.000 €/día y 5.000 €/mes) y tope de operaciones recibidas (p. ej., 60/mes). Pueden variar según entidad.
La tecnología es segura, pero el eslabón débil suele ser el humano: lee lo que aceptas, verifica identidades y no tengas prisa. Con estas pautas, reducirás al mínimo el riesgo y sabrás cómo reaccionar si algo sale torcido.
