En los últimos años, los precios de los smartphones han aumentado considerablemente, especialmente en gamas altas donde es común ver modelos que superan los 1000 euros. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuánto cuesta realmente fabricar uno de estos dispositivos? O, mejor aún, ¿qué hace posible que existan diferencias tan grandes entre su coste de producción y el precio que pagamos en una tienda?
Este artículo desglosa los costes de fabricación de un móvil de gama alta. Desde el coste de sus componentes hasta los gastos adicionales que afectan al precio final. Entendamos mejor por qué el precio de los móviles ha subido tanto y qué porcentaje corresponde realmente al beneficio de las grandes marcas.
El coste de los componentes principales
Para fabricar cualquier móvil, el coste más relevante proviene de los componentes electrónicos. Entre ellos se encuentran piezas como la pantalla, la batería, el procesador, la memoria, las cámaras y otros sensores. Sin embargo, no basta solo con contar los componentes individuales, ya que hay costes adicionales que muchas veces no se tienen en cuenta, como la mano de obra de ensamblaje, logística y distribución.
Por ejemplo, un iPhone 14 Pro Max cuesta aproximadamente 474 dólares en materiales según Counterpoint Research. Este coste cubre principalmente la pantalla y el procesador, siendo dos de los componentes más caros en todos los smartphones. En el caso del Samsung Galaxy S23 Ultra, el coste de producción es muy similar, alcanzando los 469 dólares por unidad.
El coste de los procesadores suele ser uno de los más altos. En los dispositivos de gama alta, gran parte de este precio cubre el procesador y la conectividad. Por ejemplo, Qualcomm se lleva un 34% de lo que cuesta fabricar un Galaxy S23 Ultra, mientras que el propio procesador desarrollado por Apple (A15 Bionic) representa un 20% del coste de un iPhone 14 Pro Max.
Otro punto importante a destacar son las cámaras. La cámara del iPhone 14 Pro Max, con su sensor de 48 megapíxeles, solo compone un 11% del coste total, mientras que en otros dispositivos como el Huawei P30 Pro, la cámara es el elemento más caro, alcanzando los 75,88 dólares en costes de producción.
Factores adicionales que aumentan el precio
Aunque puede resultar sorprendente, el coste de fabricación solo representa un porcentaje del precio final que paga el consumidor por el móvil. Aparte de los componentes, los gastos de I+D (investigación y desarrollo) y todas las licencias de software incrementan significativamente el precio de cada dispositivo.
Además, hay que tener en cuenta el shipping y la distribución. Un análisis de la consultora Counterpoint revela que, en promedio, el coste total de un móvil de gama alta es de entre 400 – 500 euros. Sin embargo, luego el precio de venta en tiendas supera con creces esta cifra debido a otros añadidos: márgenes de comercialización, impuestos y distribución.
En muchos casos, hay un margen añadido por los vendedores que puede oscilar entre el 5% y el 10%. Además, se debe añadir el IVA correspondiente, que en España es del 21%, lo que aumenta considerablemente el precio final para el cliente.
Los móviles chinos y su relación calidad-precio
En el panorama actual, no podemos dejar de lado la relevancia de los móviles chinos, especialmente aquellos que compiten en la gama alta como es el caso de Xiaomi. Estos dispositivos suelen tener un coste de fabricación más bajo, pero sus precios de venta tienden a ser significativamente menores en comparación con otros fabricantes más tradicionales.
Por ejemplo, el Xiaomi 12S Ultra, uno de los modelos más avanzados de la marca, tiene un coste de fabricación que ronda los 500 euros, mientras que su precio final puede superar los 1000 euros. A pesar de esto, Xiaomi sigue ofreciendo un equilibrio bastante bueno entre componentes, ofrecido a un precio más competitivo que sus rivales.
Costes y márgenes de ganancia por gamas
Las marcas tienen diferentes estrategias dependiendo de la gama en que operen sus dispositivos. En la gama alta, donde el precio de venta al público ronda los 1000 euros o más, los márgenes de ganancia suelen ser considerablemente altos. De hecho, en muchos casos, el margen de beneficio puede llegar a ser del 50% o incluso más.
En cambio, en la gama media y baja, los márgenes tienden a reducirse hasta un 20% o menos. Un ejemplo de esto es el JioPhone Next, un dispositivo de gama baja cuyo coste de fabricación es de solo 58 dólares, y cuyo margen de ganancia es mucho menor que en los teléfonos de gama alta. Esto obliga a las marcas a vender un mayor número de unidades para asegurar beneficios.
¿Es rentable la fabricación de smartphones en 2023?
Con el aumento de los costes de producción, muchas empresas han tenido que ajustar sus estrategias. Innovar tecnológicamente tiene un precio alto, y las marcas deben equilibrar sus costes para seguir siendo rentables. A pesar de que el precio de los componentes sigue aumentando año tras año, las tecnológicas han conseguido mantener cierta estabilidad en los precios gracias a la optimización en líneas de producción y la diversificación geográfica de sus fábricas.
Esto no significa que el coste en I+D y en otros factores como la mano de obra y la logística no siga presente. Es más, el sector sigue enfrentando problemas como la inflación y las tensiones geopolíticas, las cuales han ralentizado su ritmo de recuperación tras la pandemia.
En el caso de marcas como Apple, la proporción de beneficio real oscila entre el 20% y el 25% de cada terminal vendido, mientras que otras empresas como Fairphone, más centradas en la sostenibilidad, apenas alcanzan un 1% de margen de beneficio.