General Motors ha confirmado que retirará la compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto de toda su oferta, un movimiento que se completará con la llegada de su nueva plataforma informática en 2028. La medida, adelantada por su CEO Mary Barra en una conversación con The Verge, afectará tanto a modelos de combustión como a eléctricos, y se implementará de forma gradual conforme se renueven las gamas.
La compañía pivotará hacia un ecosistema nativo de a bordo, basado en Android Automotive y potenciado por Google Gemini, con la promesa de una integración más coherente entre software y hardware del vehículo. El giro apunta a reducir la dependencia del móvil conectado y a consolidar un coche definido por software, con actualizaciones y servicios integrados.
Qué ha anunciado exactamente GM
Según Mary Barra, el objetivo es unificar la experiencia digital del conductor en torno a un sistema propio, evitando alternar entre la interfaz del teléfono y la del coche, algo que la marca considera poco fluido y potencialmente distraedor; medidas como el modo No Molestar pueden ayudar a reducirlas. La retirada ya comenzó en 2023 con determinados eléctricos y ahora se extenderá al resto de nuevas plataformas a medida que se actualicen.
GM sostiene que los vehículos que ya ofrecen CarPlay o Android Auto seguirán manteniéndolos, mientras que los próximos lanzamientos irán migrando hacia la arquitectura centralizada que la empresa prepara para 2028. El calendario no será de un día para otro: el grupo comercializa más de 40 modelos y cada uno tiene su propio ciclo de vida.

Cómo será el sistema que sustituirá a CarPlay y Android Auto
La nueva experiencia se apoyará en Android Automotive con los servicios de Google, lo que permitirá ejecutar apps nativas en el coche y dar protagonismo al asistente Gemini para controlar funciones por voz, ofrecer recomendaciones contextuales y gestionar tareas sin mirar el móvil. Este enfoque promete una integración más profunda con los sistemas del vehículo (navegación, climatización, ayudas a la conducción, OTA).
Desde GM apuntan que el catálogo de aplicaciones irá creciendo con el tiempo y que el acceso a Play Store y a más orígenes de apps seguirá ampliándose. Sterling Anderson, responsable de producto, desliza que están trabajando para simplificar los inicios de sesión y reducir la fricción a la hora de usar servicios dentro del coche.
Calendario, alcance y lo que implica para Europa y España
El despliegue será progresivo: cada renovación de modelo irá adoptando la plataforma centralizada hasta completar la transición, con un primer gran hito previsto en el Cadillac Escalade IQ en 2028. En paralelo, los modelos en circulación que hoy soportan la proyección del móvil continuarán funcionando como hasta ahora.
Para el mercado europeo, el cambio abre interrogantes prácticos: compatibilidad de apps locales, privacidad bajo el RGPD y disponibilidad de servicios conectados en distintos países. En España conviene fijarse en la oferta de navegación, música, mensajería y pagos integrados que aterrice en el ecosistema de GM, y en cómo se gestionarán las suscripciones.
La radio, punto caliente en la UE
Uno de los debates más sensibles es la presencia de la radio en los salpicaderos del futuro. Reino Unido ya ha legislado para asegurar la prominencia de la radio, mientras Italia ha aprobado la obligatoriedad de mantener la recepción hertziana (FM/DAB+). El sector teme que los cuadros de mando conectados se inclinen solo por la radio online, dejando de lado la recepción por aire.
Radioplayer, que agrupa a grandes operadores, negocia con la industria para garantizar DAB+ en los coches conectados. Los organismos europeos insisten en que, ante emergencias o caídas de internet, la radio por aire es un servicio crítico; un aspecto que la futura plataforma de GM y los socios tecnológicos deberán tener muy en cuenta en la región.
Apps, tienda y posible cierre del ecosistema
El nuevo modelo desplaza el protagonismo del smartphone y lo lleva al vehículo. La clave estará en si el sistema es realmente abierto: si permite descargar libremente apps desde Play Store y ampliar opciones con el tiempo, o si el catálogo queda limitado por acuerdos de fabricante y proveedor de software.
Los directivos de GM aseguran que su intención es ofrecer una experiencia amplia y en expansión, con más aplicaciones y funciones a medida que madure la plataforma. Aun así, los usuarios muy dependientes de ciertas apps móviles deberán comprobar su disponibilidad en el coche antes de decidir compra.
Costes, datos y el coche definido por software
El viraje también responde a una lógica industrial: controlar la experiencia de principio a fin facilita optimizar rendimiento, seguridad y actualizaciones OTA, además de abrir la puerta a nuevos servicios y modelos de suscripción. GM se alinea con la tendencia del sector hacia arquitecturas centralizadas y vehículos definidos por software.
En el tablero competitivo, Tesla y Rivian nunca han ofrecido CarPlay o Android Auto, mientras que algunos fabricantes europeos sostienen que sus clientes usan más la navegación integrada que la proyección del móvil. El reto de GM pasa por lograr que su alternativa nativa sea tan conveniente como la experiencia a la que tantos conductores se han acostumbrado.
Qué debería valorar el comprador
Si para ti CarPlay o Android Auto son imprescindibles, revisa con detalle el listado de apps y servicios disponibles en los nuevos GM y confirma cómo se gestionan perfiles, inicios de sesión y conectividad. Quienes ya tienen un vehículo compatible pueden estar tranquilos: la compañía afirma que no retirará esa función de los coches que la traen de fábrica.
Para los próximos compradores, lo más prudente es probar el sistema nativo y comprobar si cubre bien navegación, servicios de música, mensajería y asistente en tu día a día. La experiencia final dependerá de la calidad del software, la cobertura de servicios en España y Europa y la evolución del catálogo de aplicaciones.
Con esta estrategia, GM apuesta por un ecosistema propio con IA integrada y un control total de la interfaz del coche. El éxito dependerá de que la marca logre una experiencia más fluida que la proyección del móvil, atienda las particularidades europeas (radio FM/DAB+, privacidad) y cumpla las expectativas de los usuarios que hoy confían su conectividad a CarPlay o Android Auto.