En el mundo de los videojuegos, Microsoft sigue dando pasos firmes para ampliar su presencia en el ecosistema móvil. Sin embargo, un reciente obstáculo legal ha frenado un lanzamiento que muchos usuarios esperaban con ansias: su propia tienda de juegos para dispositivos Android. Aunque la compañía ya tiene todo preparado para debutar con esta funcionalidad, una orden judicial ha puesto en pausa sus planes.
El proyecto clave de Microsoft gira en torno a la posibilidad de que los jugadores puedan comprar y jugar a videojuegos directamente desde la aplicación de Xbox en Android. Esta función, que prometía cambiar la experiencia de los usuarios, combina la compra digital con la reproducción inmediata gracias al servicio Xbox Cloud Gaming. La intención es que los usuarios no dependan únicamente de la Play Store de Google, apostando por una mayor libertad y flexibilidad.
Google en el centro de la disputa
La raíz del problema radica en una sentencia emitida en octubre de 2024, consecuencia de una larga batalla legal entre Google y Epic Games. Esta decisión obliga a Google a permitir que tiendas de aplicaciones de terceros estén disponibles dentro de su Play Store en Estados Unidos, con las mismas condiciones de acceso que las apps nativas de Google. También elimina la obligatoriedad de usar el sistema de pagos de la Play Store, lo que beneficiaría a empresas como Microsoft.
No obstante, Google apeló esta sentencia alegando preocupaciones relacionadas con la seguridad y la privacidad de los usuarios. El tribunal accedió a suspender temporalmente la aplicación de la decisión para que la apelación se lleve a cabo. Esto ha dejado a Microsoft, que dependía de esta apertura para lanzar su funcionalidad, en una posición de espera.
La postura de Microsoft y Google
En palabras de Sarah Bond, presidenta de Xbox, «Nuestro equipo ya ha desarrollado todas las funcionalidades necesarias y está listo para lanzarlas tan pronto como el tribunal tome una decisión definitiva». La ejecutiva destacó además la importancia de este cambio para ofrecer más opciones y flexibilidad a los jugadores, pero reconoció que, por ahora, están atados por la «suspensión administrativa temporal» otorgada por los tribunales.
Desde Google, por otro lado, han salido al paso con declaraciones que cuestionan la postura de Microsoft. Según Dan Jackson, portavoz de la compañía, «Microsoft siempre ha tenido la posibilidad de ofrecer la compra y reproducción de juegos desde su aplicación, pero han optado por no hacerlo». Además, Google insiste en que un cambio tan drástico podría comprometer la seguridad del ecosistema de aplicaciones y ser perjudicial tanto para usuarios como para desarrolladores.
Un mercado en plena transformación
El lanzamiento de esta tienda encaja en la estrategia general de Microsoft de redefinir cómo entendemos los videojuegos. La compañía está apostando fuerte por la nube y por eliminar barreras físicas, permitiendo a los usuarios acceder a sus juegos desde cualquier dispositivo. Este enfoque no solo busca competir con Google y Apple, sino también posicionarse como líder en el sector del gaming móvil, especialmente tras la adquisición de Activision Blizzard, que proporciona a Microsoft un vasto catálogo de títulos populares.
Sin embargo, este proyecto también forma parte de un panorama más amplio en el que las grandes tecnológicas están obligadas a cambiar debido a presiones legales. Tanto en Estados Unidos como en Europa, empresas como Apple y Google se enfrentan a regulaciones que exigen una mayor apertura de sus ecosistemas digitales.
¿Qué sigue para los jugadores?
Por el momento, los usuarios tendrán que esperar a que la disputa legal se resuelva. Mientras tanto, Microsoft asegura que está preparado para actuar en cuanto el tribunal dé luz verde definitiva. Hasta entonces, la compañía se mantiene firme en su visión de llevar los videojuegos a un público cada vez más amplio, desafiando los modelos tradicionales y explorando nuevas maneras de jugar.
El resultado de este caso no solo influirá en el futuro de Microsoft, sino que podría marcar un antes y un después en el ecosistema Android. La apertura de la Play Store a tiendas de terceros podría incentivar la competencia y beneficiar a los consumidores, siempre que se logre garantizar un equilibrio entre accesibilidad y seguridad.