Si tras instalar la última gran actualización de One UI tu Galaxy parece que bebe la baterÃa como si no hubiera un mañana, no estás solo: hay quien ha visto mejoras claras y otros han sufrido un drenaje inesperado. La buena noticia es que hay ajustes concretos y trucos contrastados por usuarios y moderadores de la comunidad que pueden marcar la diferencia aquà y ahora.
One UI 7 introdujo cambios notables a nivel visual y nuevas funciones de inteligencia artificial, con iconos remozados y retoques en la interfaz. Al tiempo, han aparecido quejas por un consumo más alto de lo esperado en determinados modelos, mientras que otros han mejorado respecto a One UI 6.1. Entre sugerencias oficiales, experiencias reales y algún ajuste avanzado, te contamos todo lo que puedes probar de forma segura antes de plantearte un reinicio de fábrica.
Qué está pasando con la autonomÃa en One UI 7
Tras el despliegue inicial de One UI 7, Samsung llegó a pausar la actualización por un bug que dejaba a ciertos usuarios sin poder desbloquear el teléfono. Ese fallo se corrigió y el despliegue continuó, pero el debate se trasladó a la autonomÃa: a muchos les dura menos la baterÃa que antes, mientras que otros afirman justo lo contrario.
Es normal que durante los primeros dÃas tras una actualización mayor el consumo sea algo mayor: el sistema se reindexa, migra datos y tú mismo pasas tiempo toqueteando novedades. El problema viene cuando, pasada esa fase de adaptación, el drenaje persiste. Ahà es donde entran en juego las recomendaciones de la comunidad y los propios foros de soporte de Samsung.
Moderadores de los foros oficiales han señalado que «no es un problema generalizado», pero reconocen que hay casos repartidos por varios modelos, con especial ruido en gamas S recientes y plegables. En Reddit y comunidades locales se han concentrado experiencias, capturas de uso y listas de acciones que han ayudado a recuperar margen de autonomÃa en el dÃa a dÃa.
Además del ruido en torno a la baterÃa, One UI 7 llegó con pequeños cambios visuales y nuevas funciones de IA que, si no usas, conviene revisar para evitar que sigan activas en segundo plano. Esa suma de pequeños ajustes suele dar un resultado notable sin tener que sacrificar las funciones que sà te aportan.
Consejos oficiales y de la comunidad para ahorrar baterÃa
Antes de entrar en cosas raras, conviene empezar por lo que Samsung recomienda de forma recurrente y que, en muchos Galaxy, funciona. Son pasos seguros y reversibles, perfectos como primera lÃnea de acción.
- Optimiza el sistema con ‘Cuidado del dispositivo’: ve a ‘Ajustes’ > ‘Cuidado del dispositivo’ y pulsa en ‘Optimizar ahora’. Esta limpieza cierra tareas residuales, borra cachés y alivia procesos que se han quedado colgados.
- Apaga lo que no uses (Wi‑Fi, Bluetooth, NFC, ubicación): si no los necesitas, desactÃvalos para evitar búsquedas constantes. Mejor aún, crea una rutina: con ‘Rutinas’ de One UI puedes apagar Wi‑Fi al salir de casa, por ejemplo.
- Reduce el brillo y deja el brillo automático activado: la pantalla es la reina del consumo. Con brillo adaptativo gastarás sólo lo necesario en cada entorno.
- Baja el tiempo de espera de pantalla: en ‘Ajustes’ > ‘Pantalla’ > ‘Tiempo de espera’, elige 15 o 20 segundos para que la pantalla se apague antes cuando no la miras.
- Limita el segundo plano de apps que chupan baterÃa: en ‘Ajustes’ > ‘Cuidado del dispositivo’ > ‘BaterÃa’ verás las más gastonas. Restringe en segundo plano las que no necesiten estar siempre despiertas (redes sociales, por ejemplo).
- Cierra apps, pero con cabeza: Android gestiona bien la memoria. Si sabes que una app no la usarás en horas, ciérrala; si vas a volver a ella, déjala viva para evitar recargas costosas.
- Valora desactivar la sincronización automática: si tienes varias cuentas que sincronizan constantemente, apaga la sincronización global y sincroniza sólo lo que de verdad necesitas en cada momento.
Estos ajustes son sencillos y, usados juntos, suelen devolver un puñado de horas extra a la jornada. Si aún asà sientes que tu Galaxy rinde por debajo de lo razonable, toca afinar con ajustes más especÃficos de pantalla, conectividad y servicios.
Pantalla y conectividad: los ajustes que más impacto tienen
La combinación de brillo, tasa de refresco y cobertura de red define gran parte de la autonomÃa. Atacar ahà primero suele ser lo más rentable si buscas resultados rápidos sin complicarte demasiado.
En ‘Pantalla’ > ‘Fluidez de movimientos’, activa ‘Adaptable’ si quieres que el sistema gestione automáticamente la tasa, o selecciona una tasa más baja si prefieres priorizar baterÃa por encima de suavidad. En móviles con alta frecuencia, bajar un escalón puede sumar horas cuando el dÃa va largo.
Otra clave obvia pero efectiva es evitar el brillo máximo salvo que te dé el sol directo. Un brillo alto sostenido dispara el consumo y la temperatura, sobre todo en tareas con fondo blanco (navegación, correo). El brillo automático suele acertar y ayuda a no pasarte.
En zonas con mala cobertura, el módem se exprime reintentando conexiones, algo que drena baterÃa incluso en reposo. Si vas a estar un rato sin cobertura aceptable, activar ‘modo avión’ es una táctica sencilla para cortar esa sangrÃa temporalmente.
Y un último detalle: ajusta el tiempo de espera de pantalla a 15–30 segundos si sueles dejar el móvil sobre la mesa encendido. Esa suma de microapagados ahorra muchÃsimo a lo largo del dÃa, especialmente si recibes muchas notificaciones.
Gestión de apps, sincronización y datos de Google
El apartado de BaterÃa dentro de ‘Cuidado del dispositivo’ es tu panel de control. Identifica qué apps lideran el gasto (aprende a detectar las apps más demandantes) y decide el nivel de libertad que les das en segundo plano. Las redes sociales y apps de mensajerÃa suelen estar arriba; no todas necesitan estar sincronizando todo el tiempo.
En ‘Ajustes’ > ‘Aplicaciones’, muestra todas las apps, entra en cada una y toca ‘BaterÃa’ para elegir ‘Restringida’ en las que menos utilizas, o ‘Optimizada’ en las que sà quieres mantener ágiles. Este ajuste fino evita que procesos poco relevantes vivan en segundo plano y se coman tu dÃa sin que te enteres.
Un repaso a los servicios de Google también ayuda: desde ‘Ajustes’ > ‘Google’ puedes desactivar la personalización de anuncios, el envÃo de ‘Uso y diagnósticos’, la copia de seguridad si no la usas y la activación por voz del Asistente. Todo lo que evites que se active solo redunda en menos actividad oculta y unos miliamperios a tu favor. Si usas Maps, optimizar Google Maps también reduce consumo.
Si llevas varias cuentas de correo, calendarios y nubes, plantéate desactivar la sincronización automática global durante las horas en las que sólo te importa una cuenta. La sincronización bajo demanda es más pesada mentalmente, pero ahorra baterÃa si vas justo.
Sobre cerrar apps constantemente: puede ser placebo o contraproducente si luego vuelves a abrirlas de inmediato. Hazlo sólo con lo que no vas a tocar en horas y deja al sistema gestionar el resto, que para eso está bien entrenado.
Funciones de Galaxy AI y otros extras: cuándo apagarlas
One UI 7 trajo funciones de Galaxy AI como el asistente de navegador, intérprete o el asistente de chat. Si no las usas, desactivarlas puede rebajar llamadas en segundo plano y pequeñas tareas que, sumadas, se notan. Entra en ‘Ajustes’ > ‘Galaxy AI’ y apaga lo que no te aporte.
Este tipo de funciones son útiles, pero no imprescindibles para todo el mundo. Puedes probar una semana con ellas deshabilitadas y ver si tu curva de descarga mejora. Si la autonomÃa despega, ya tienes una pista de por dónde se te iba parte de la energÃa.
Trucos avanzados de la comunidad: perfil de rendimiento ligero, Vulkan y Good Guardians
En hilos de Reddit y foros especializados ha cobrado fuerza una guÃa popular que recomienda activar el perfil de rendimiento ‘Ligero’ en los Galaxy S compatibles. La idea es clara: no necesitas toda la potencia de CPU para el dÃa a dÃa, y al bajar el techo el móvil gasta menos y se calienta menos.
Para gaming o apps concretas puedes dejar el perfil estándar cuando haga falta, pero para redes, mensajerÃa, navegación y foto, el modo ligero suele ir sobrado. Varios usuarios reportan mejoras notables tanto en pantalla encendida como en reposo, con teléfonos menos templados al tacto.
Otro ajuste que circula entre entusiastas es forzar la API de GPU a Vulkan en los móviles que aún usan principalmente OpenGL, cuando la compatibilidad lo permite. La teorÃa: Vulkan es más eficiente en determinadas cargas. Si lo pruebas, hazlo con cabeza y comprueba que tus apps van finas antes de darlo por bueno.
Los módulos de Good Guardians (antes Good Guardian/Good Guardians) también ayudan a poner el sistema a punto tras cada actualización importante. Un ‘empujón’ semanal y después de cada parche puede limpiar residuos y estabilizar consumos. Si no aparece en Galaxy Store en tu región, algunos usuarios lo instalan desde repositorios como APKMirror; valora la seguridad y firma del APK antes de hacerlo.
Consejo práctico que se repite: durante procesos de optimización intensos o justo tras actualizar, intenta mantener el teléfono fresco. Un toque de ventilador evita que la gestión térmica limite y que el consumo se dispare. Incluso hay quien lo aplica para minimizar riesgos de la temida ‘lÃnea verde’ en pantallas AMOLED tras calor sostenido.
La solución que a muchos les ha funcionado: desactivar ‘BaterÃa adaptable’
No todos los casos son iguales. Hay quien, con One UI 7, ha mejorado en modelos como el S24+, ganando una o dos horas de pantalla frente a One UI 6.1. Sin embargo, otros como un S23 Ultra han visto caer su media de 7:30h a 5:30–6:15h, con el mismo uso y pasado el periodo de ajuste. Tras probar de todo (incluido ‘Wipe cache partition’), lo que devolvió las cifras previas fue desactivar ‘BaterÃa adaptable’.
Esta función analiza tus patrones de uso para priorizar apps frecuentes, hibernar las que no usas y jugar con ahorros según tu rutina. En teorÃa deberÃa ayudar, pero en algunos casos concretos parece que añade fricción y sobrerrestringe procesos que luego reactivas, generando picos de consumo.
Para probarlo: entra en ‘Ajustes’ > ‘BaterÃa’ (o ‘Cuidado del dispositivo’ > ‘BaterÃa’ según modelo), localiza ‘BaterÃa adaptable’ y desactÃvala. Usa el teléfono un par de ciclos completos para medir el cambio. Usuarios que han hecho esto han recuperado valores cercanos a 7:10h de pantalla activa del 100% al 20%, con 120 Hz, cámara y uso mixto.
Si notas mejora, mantén la función desactivada hasta que llegue un parche que optimice su comportamiento. Si no hay cambios o empeora, vuelve a activarla y pasa al siguiente bloque de ajustes. La clave es medir, no quedarse con sensaciones sueltas de un dÃa raro.
One UI 8 y la promesa de una baterÃa que se adapta a ti
Con One UI 8, Samsung cambia el enfoque de los modos de energÃa tradicionales. En lugar de que tú elijas siempre entre ‘ahorro’, ‘optimizado’ o ‘máximo’, el sistema presume de un motor de IA que aprende cuándo cargas, cuándo exiges más al teléfono y qué apps pesan de verdad en tu rutina.
Ese aprendizaje sirve para distribuir la energÃa de forma más inteligente: prepara las cargas nocturnas para cuidar la salud de la baterÃa, reserva margen en jornadas largas y minimiza la actividad innecesaria de lo que nunca tocas. Menos gestión manual, más coherencia en el dÃa a dÃa, y con un ojo puesto en la degradación a largo plazo. (Consulta consejos para cargar tu móvil.)
One UI 7 ya hacÃa parte de esto, pero de forma más básica: limitar segundo plano, pausar servicios poco usados y proteger la carga. La gran diferencia es que ahora entiende patrones más complejos (por ejemplo, tus picos de edición por la tarde) y anticipa qué mantener activo y qué dormir antes de que lo necesites.
No es una función llamativa en la lista de novedades, pero sà una de las que más pueden cambiar tu experiencia sin que te des cuenta. Si tu Galaxy recibe One UI 8, dale unos dÃas para aprenderte y evita tocar demasiados ajustes al principio para que el algoritmo no se vuelva loco.
Cuándo restablecer y qué esperar de los próximos parches
Si nada de lo anterior te ha funcionado, siempre queda el ‘reset’ a valores de fábrica. Es el último cartucho: copia de seguridad completa, restablece y configura desde cero. En muchos casos elimina residuos, conflictos y permisos heredados que a saber de dónde venÃan.
Antes de llegar ahÃ, recuerda pasar por ‘Optimizar ahora’, revisar conectividad, ajustar brillo y tasa, limitar apps, desactivar sincronizaciones prescindibles y, si te encaja, probar el modo de rendimiento ligero y la desactivación de ‘BaterÃa adaptable’. Estas capas de ajustes suelen sumar un resultado tangible sin el engorro de reinstalarlo todo.
Por último, es razonable esperar que Samsung pula consumos en compilaciones incrementales. Las quejas en foros y comunidades mueven soporte y priorizan parches. Si no te urge, puedes aguantar uno o dos ciclos de seguridad para ver si la autonomÃa mejora sin tocar demasiado.
Si tu Galaxy ha visto mermada la autonomÃa con One UI 7, empieza por lo seguro: ‘Optimizar ahora’, brillo adaptativo, tiempo de espera corto, restricción de apps tragonas y sincronización más controlada (repasa los hábitos que arruinan la baterÃa). Suma ajustes especÃficos (tasa adaptable, recorte de telemetrÃa de Google y funciones de Galaxy AI que no uses), y valora activar el perfil de rendimiento ligero, probar Vulkan si procede y dar una vuelta a Good Guardians tras cada parche. Si tu caso encaja con los que han salido rana, prueba a desactivar ‘BaterÃa adaptable’ unos dÃas; a muchos les ha devuelto horas de pantalla. Y si nada cuaja, guarda tus datos y resetea con la tranquilidad de que, con One UI 8 y siguientes, la gestión de baterÃa irá a más y no a menos.
