Con la llegada de la tecnología NFC, muchos fueron los fabricantes asiáticos que no tenían la capacidad de pagar el extra que suponía incluir un nuevo chip. Hace años, los teléfonos chinos no eran como en la actualidad. Apenas superaban los 100 euros y no se podían comprar directamente en España, sino que había que importarlos.
De ahí que cualquier sobrecoste, como era este nuevo chip, no fuera viable, económicamente incluirlo. La solución de estos fabricantes, comenzando fue crear una propia tecnología de transferencia de datos bautizada como Hotknot, una tecnología creada en 2013 por el fabricante de pantallas Goodix y que, rápidamente, fue adoptada en los procesadores del fabricante MediaTek.
La transmisión de datos se hace a través de las pantallas de los dispositivos (una hacía de emisor y otra de receptor), cuando entraban en contacto, de una muy similar a como funcionaba en ese momento la tecnología NFC.
Qué podemos hacer con Hotknot
Como he comentado más arriba, la tecnología Hotknot, nació como el sustituto barato de los chips NFC, tecnología que prácticamente nos permitía realizar las mismas funciones que estos.
- Intercambio de fotografías, vídeos y archivos.
- Compartir contactos, direcciones web, información en general.
- Compartir información de una aplicación.
- Realizar pago con los móviles.
- Habilita el emparejamiento Bluetooth, la conectividad Wi-Fi y otros servicios.
Excepto por la posibilidad de hacer pagos y crear redes Wi-Fi, la tecnología Hotknot, nos permite hacer las mismas funciones que ya podíamos hacer con el chip bluetooth de los móviles.
Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que esta tecnología era un bluetooth vitaminado.
Hotknot vs NFC vs Bluetooth
Uno de los principales beneficios para los fabricantes y compradores de Hotknot, en comparación con NFC, es la rentabilidad. Mientras que NFC requiere la instalación de antenas y chips de comunicación de radio frecuencia adicionales para permitir la transferencia de datos, Hotknot hace lo mismo sin ellas ya que utiliza un nuevo tipo de condensador para pantallas táctiles para hacer posible la transferencia de datos.
Uno de los puntos más negativos de esta tecnología es la velocidad de transferencia de datos a través de Hotknot. Mientras que esta tecnología es muy lenta, apenas supera los 7 kpbs, los chips NFC alcanzaban, en ese momento, fácilmente velocidades superiores a los 100 kbps, que sigue sin ser velocidades fantásticas, pero a la hora de transferir archivos, la diferencia de tiempo es muy grande.
Si hablamos de la tecnología Bluetooth, organizar el intercambio de datos a través de Hotknot es una tarea más fácil, ya que no tenemos que buscar un listado de dispositivos cercanos, estos tan solo tienen que juntar sus pantallas para que se inicie la transferencia de datos.
Hotknot necesita una pantalla táctil capacitiva para permitir la transferencia de datos, no se puede usar con ningún otro dispositivo que no cuente con una pantalla capacitiva resistente, como tarjetas de crédito, pulseras, etiquetas y similares.
Aquí es donde NFC es el claro ganador ya que se puede utilizar para realizar pagos móviles desde cualquier dispositivo, tenga pantalla o no, además de ser un elemento muy importante en el Internet de las cosas.
NFC también permite velocidades de transferencia mucho mayores, por lo que es más favorable para transmitir grandes cantidades de datos. La tecnología NFC utiliza una potencia muy baja (solo 15 mA) lo que permite disponer de etiquetas NFC activas y pasivas que pueden ejecutarse con energía cero, algo que no es posible no es posible si necesita una pantalla activa como con Hotknot.
Hotknot tiene algunas ventajas propias, no necesita un chip NFC y una antena separados, lo que hace que sea más barato y fácil de implementar en teléfonos donde el espacio cada vez escasea más y los fabricantes quieren mantener los costes de fabricación a raya.
La tecnología NFC transmite los datos de forma inalámbrica (funciona en un rango de 2 cm), y una vulnerabilidad podría poner en riesgo toda la información que transmite. Si vemos que estamos pagando con el móvil y alguien pega su móvil a menos de 2 cm de nuestro móvil y el TPV, está claro que no está haciendo algo bueno.
Resumiendo, ambas tecnologías son capaces de permitirnos intercambiar información rápidamente entre dispositivos. Mientras que Hotknot puede funcionar mejor para pequeñas transferencias de datos, la tecnología NFC encaja mejor bien en el sistema de pago en dispositivos móviles y se puede integrar en una gama más amplia de dispositivos.
Tener dos tecnologías que hacen lo mismo, no tiene ningún sentido, de ahí que únicamente la tecnología NFC haya sido la ganadora.
Cómo saber si mi teléfono tiene Hotknot
En la época en la que nos encontramos, no debería preocuparte saber si tu terminal tiene Hotknot, ya que ha quedado completamente desfasada por la tecnología NFC.
Sin embargo, si tienes curiosidad por saber si tu terminal tiene Hotknot, debes acceder a las opciones de configuración de tu terminal. Si en las diferentes opciones que se muestran, aparece el menú Hotknot, significa que lo tienes y puedes utilizarlo únicamente con otros terminales que también lo tengan.
Actualmente, esta tecnología no se utiliza absolutamente para nada. Ningún banco ofrece soporte para Hotknot, en ninguna parte del mundo, por lo que no hace falta que busques. No vas a poder utilizar tu dispositivo para poder efectuar pagos con tu móvil.
Qué ha sido de Hotknot
Esta tecnología nunca salió de China, por lo que únicamente se utilizó en los terminales asiáticos que se fabricaban allí.
Siendo así, era cuestión de tiempo que esta fuera siendo abandonada por los fabricantes, fabricantes que tuvieron que dar su brazo a torcer y adoptar finalmente el chip NFC en sus terminales, aunque eso supusiera un incremento en el precio.
Aunque China sea la fábrica del mundo, no el país adecuado para marcar la tendencia en tecnología.
Xiami, Oppo y Vivo son claros ejemplos de fabricantes asiáticos que, dejando de lado el mercado de los teléfonos baratos, han sabido hacerse un importante hueco en la industria de la telefonía y actualmente son los fabricantes que más terminales venden en todo el mundo junto con Apple y Samsung.
Y lo han conseguido en base a apostar por lo que la gente quiere, busca y necesita en un móvil, no buscando soluciones alternativas más económicas como fue el caso de esta tecnología que tuvo las patas muy cortas.