En los últimos días, Instagram ha dado un paso polémico al limitar de manera predeterminada el contenido político que ven sus usuarios en Estados Unidos y en otras partes del mundo.
La medida se implantó recientemente sin una comunicación adecuada a sus usuarios. Esta decisión ha generado una ola críticas y preocupaciones por su impacto en el discurso público y el alcance de los creadores de contenido político.
Instagram limita el contenido político
Tras la decisión de Meta de limitar el contenido político en Instagram, la compañía se ha justificado, argumentando que fueron los usuarios los han expresado su deseo de ver menos contenido político en esta red social.
Pero, lo que ha levantado el avispero fue la forma en que se ha llevado a cabo este cambio. En lugar de informar directamente a los usuarios o permitirles elegir la opción, Instagram ha activado de manera predeterminada la limitación del contenido político en la sección de «Contenido sugerido» de la configuración de la aplicación.
Por lo tanto, a menos que busques y cambies esta opción, no verás contenido político de cuentas que no sigues. En esta bolsa entrarían no solo los influencers y creadores de contenido, sino también políticos y figuras públicas. La polémica medida ha provocado preocupación entre los creadores de contenido político, quienes ven disminuidas sus posibilidades de ampliar su audiencia y llegar a nuevos usuarios.
Burbujas de información
El hecho de que Instagram no deje visualizar contenido político plantea interrogantes sobre la libertad de expresión y el acceso a información diversa en las redes sociales. Por un lado, Meta corre el riesgo de crear una especie de «burbuja» en la que los usuarios solo ven el contenido que confirma sus creencias existentes, en lugar de exponerse a diferentes perspectivas y fomentar el debate.
Por otro lado, la implementación de este cambio en un año electoral en Estados Unidos ha levantado aún más sospechas sobre las motivaciones detrás de esta medida. Algunos críticos sugieren que Meta podría estar actuando de manera preventiva para evitar controversias similares a las que enfrentó después de los disturbios en el Capitolio en 2021, cuando fue acusada de no hacer lo suficiente para detener la desinformación y el discurso de odio en sus plataformas.